Rosario Murillo desde muy joven ha sido una mujer perversa, de pudor y moral nulos, comparte tantas cosas en común con Daniel Ortega que por eso ha sido su concubina, primero por “amor”, después por poder y conveniencia durante casi 40 años.

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Rosario Murillo, de niña, cuando era la consentida de su padre Teódulo Murillo. La Prensa.

Rosario María Murillo Zambrana, la concubina de Ortega resulta ser su “alma gemela”, habiendo traicionado a su propio padre Teódulo Murillo, y a su propia hija Zoilamérica, no queda la menor duda de que son una pareja que se merecen, aunque casi en el ocaso de sus vidas permanezcan juntos solamente por poder, ambición y conveniencia.

Es de dominio público que la pareja genocida no conviven maritalmente desde hace años y que el tirano mantiene frecuentes amoríos con militantes jóvenes del orteguismo, a veces seduciendo a menores de edad, cual es su costumbre de abusar de mujeres menores de edad.

Elvia Junieth Flores Castillo, una de las jóvenes a las que Ortega abusaba como amante siendo menor de edad.

Por el lado de ella, se rumora en círculos del orteguismo que el Jefe de los escuadrones de la muerte de la Alcaldía, el narcotraficante Fidel Moreno, sancionado por Estados Unidos, sería una especie de amante “a demanda” de la tirana, incluso que fue amante de su hija Camila. No sería extraño, Murillo ha tenido desde muy joven mútiples parejas, incluso se llegó a decir que fue amante del laureado periodista mártir Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, asesinado por la dictadura somocista.

Sus 11 hijos con parejas distintas lo atestiguan, 7 de los cuáles asegura son de Ortega, aunque personas que la conocen aseguran que los hijos de Ortega serían solamente 4. Rosario ha tenido una historia de abusos con el alcohol y las drogas, en sintonía con su creencias y prácticas sobre la “nueva era”, un movimiento “hippie” nacido en los años 60 y 70.

Múltiples parejas

Si bien, Rosario Murillo ha sido pareja de muchas personas, algunas conocidas y otras no, se conocen al menos 5 nombres. Su primer pareja conocida fue Jorge Narváez Parajón, padre de Zoilamérica y de Rafael Ortega, aunque los rumores de conocidos de Murillo aseguran que Rafael Ortega es hijo de Rafael Solís, ex guerrillero y magistrado ex mano derecha de Ortega, que a inicios de 2019 renunció a la Corte Suprema y decidió denunciar los crímenes cometidos por Ortega y Murillo desde el exilio.

El matrimonio con Narváez fue por obligación, su Madre la obligó a casarse con él probablemente porque estaba embarazada a tan corta edad (15 años). Pero ese matrimonio obligado solamente duró 2 años, Narváez murió bastante joven y Zoilamérica no tiene recuerdos de su Padre.

Murillo tuvo que hacerse cargo de sus hijos cuando madre, Zoilamérica Zambrana, su madre, murió en un accidente automovilístico en octubre de 1973, Rosario vino a Nicaragua pero no mostró ningún pesar ni remordimiento por la muerte de su Madre según familiares y conocidos de la época. Su madre no le permitía amamantar a sus hijos pues decía que Rosario tenía “mala leche”, y tenía gustos por juegos como la Ouija y las lectura de las cartas del tarot.

El supuesto dominio de los idiomas inglés y francés le permitió a Murillo entrar a trabajar a La Prensa como secretaria de su Director Pedro Joaquín Chamorro, fue ahí dónde conoció al periodista de sucesos Anuar Hassan, con quién se casó en 1971 y tuvo a su tercer hijo, sin embargo el matrimonio se terminó en 1972 cuando el terremoto que azotó Managua causó la muerte de su bebé y la pérdida de la casa del matrimonio.

Rosario Murillo en el Diario La Prensa, cuando era la asistente de Pedro Joaquín Chamorro.

Carlos Vicente Ibarra “Quincho Ibarra”, fue su siguiente pareja, Ibarra fue presidente del CUUN, en León, y fue un destacado dirigente estudiantil contra la tiranía somocista en los años 70. En 1977 se exilió junto a Murillo y el hijo de ambos, Carlos Enrique. En esos años Ortega convivía exiliado con la guerrillera Leticia Herrera como su pareja, pasó por Venezuela, Panamá y por último Costa Rica dónde tanto Ortega como Murillo tenían cada uno a su pareja.

Después de reencontrarse se convirtieron en amantes y Murillo pasó a ser la concubina de Ortega, para ese entonces Rosario abandonó a “Quincho Ibarra” quién desde esos años pasó prácticamente al anonimato, la insignificancia y el ostrascismo. Mientras Ortega abandonó a Leticia Herrera con quién procreó a su primer hijo, quién es marginado por los Ortega-Murillo y a quién Ortega le consiguió un trabajo en el área de informática del Registro de la Propiedad.

Si bien, Murillo escribía contra la dictadura y además apoyaba la lucha revolucionaria, jamás fue guerrillera ni participó en ninguna acción contra la tiranía somocista, pero en 1979 posó junto a Daniel Ortega cargando un fusil solamente para dar la imagen de guerrillera. Murillo ha sido siempre una manipuladora, oportunista y mentirosa compulsiva que no ha dudado en sacar de su camino a quién le estorbe, no importa si fue su amante.

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Traición a su propio padre Teódulo Murillo Molina

Rosario Murillo, estando junto a Ortega en los años 80, cuando era el coordinador de la Junta de Reconstrucción y posteriormente presidente, permitió que le fueran confiscadas a su Padre Teódulo Murillo Molina algunas de sus propiedades más valiosas, lo cual visto como una acción ideada realmente por ella contra el hombre que le dio toda clase de comodidades desde niña, el mismo que la envío a Europa a estudiar con una beca durante el Gobierno de Rene Schick, asesinado por la tiranía somocista.

Rosario fue siempre la niña consentida de su Padre don Teódulo, un terrateniente que aseguró a sus tres hijas una vida cómoda, sin embargo, Rosario era la preferida y por ello se aseguró de enviarla a Suiza e Inglaterra a estudiar, ya que de niña demostraba ser inteligente. Los conocidos de Murillo aseguran que su Padre murió decepcionado de su hija, por ello rechazaron la presencia de Ortega y Murillo en su sepelio.

La traición de Murillo a su propia hija

Zoilamérica Narváez después de denunciar haber sido violada por Daniel Ortega

“Soy conflictiva, malcriada, jodida en muchísimos aspectos. Pero soy leal”

Asi se definía la concubina de Daniel Ortega y hoy jefa de los escuadrones de la muerte, Rosario Murillo. Tan “eternamente” leal que incluso se puso en contra de su hija, Zoilamérica Narváez, cuando esta denunció públicamente a Ortega.

En 1998, una denuncia estremeció a Nicaragua, Zoilamérica Narváez, hija de Jorge Narváez, primer esposo de Rosario Murillo e hijastra de Daniel Ortega denunció haber sido víctima de abusos sexuales desde que tenía 11 años por parte de su padrastro Daniel Ortega. Para sorpresa de los nicaragüenses, Rosario Murillo tardó sólo pocos minutos en dar una conferencia de prensa con la que daba la espalda a su hija y defendía al genocida:

“Les digo con toda franqueza, me ha avergonzado terriblemente que a una persona con un currículo intachable se le pretendiera destruir y (que) fuese mi propia hija la que por esa obsesión y ese enamoramiento enfermizo con el poder quisiera destruirla cuando no vio satisfecha su ambición”.

La denuncia fue desestimada por la inmunidad presidencial de la que gozaba Ortega y porque los actos habrían prescrito. Se montó un circo en el que fue sobreseído por  Juana Méndez Pérez, entonces juez fiel a Ortega, premiada años después como Magistrada de la Corte Suprema de Justicia del pacto Alemán-Ortega.

Murillo salía en defensa de Daniel Ortega y atacando a su hija Zoilamérica

Murillo, no escatimó en recursos y acciones para defender a Ortega y atacar a su hija, acudió incluso al Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), dirigido por la Dra. Vilma Núñez, hoy perseguida política, uno de los más antiguos organismo de defensa de Derechos Humanos de Nicaragua que por orden de ella y de Ortega fue despojado de su personería política en la Asamblea orteguista.

Rosario Murillo entra al CENIDH acompañada de Lidia Saavedra de Ortega, madre fallecida de Daniel Ortega para defenderlo de la acusación de Zoilamérica.

Pero las traiciones de Rosario Murillo no solamente han quedado evidenciadas en su propia familia, sus hermanas tampoco están de su lado, Violeta Murillo una de sus hermanas, exiliada en México ha reconocido en algunas ocasiones que su hermana es una mujer calculadora, fría y vengativa.

Rosario Murillo junto a Ortega en la Catedral de Managua, cuando el Cardenal Miguel Obando los casó, después aseguraron era solamente una “renovación de votos”.

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Murillo, la Jefa de los escuadrones de la muerte en Nicaragua ha sido la primera en ordenar la matanza que inició en el mes de abril del año 2018, los testimonios lo han confirmado, por ejemplo el testimonio de Ligia Gómez, ex empleada del Banco Central de Nicaragua dado al Congreso de Estados Unidos, las declaraciones de Policías exiliados, como el que fue entrevistado en México por el periodista Carlos Salinas Maldonado.  La orden de Murillo y Ortega fue “vamos con todo” contra los manifestantes pacíficos. Ortega, Murillo y Francisco Díaz, su consuegro, ordenaron a la guardia orteguista (antes Policía Nacional) asesinar a todos los protestantes, mientras que a los que resultaran vivos debían ser procesados por “terrorismo”.

Rosario Murillo soñaba con suceder al Ortega en la Presidencia, en un ejercicio de perpetuación de la tiranía, pero su circo se acabó y ya no tiene posibilidad de seguir realizando circos y farsas electorales,  el Gobierno de Estados Unidos la sancionó y con ello acabó con sus intenciones. Hoy, convertida en un paria y una criminal de lesa humanidad, su panorama es oscuro como su moral y sus sentimientos. Una mujer despiadada, con instintos asesinos amante de la brujería y el satanismo que ya fueron derrotados en la cruz hace más de 2000 años.

Murillo y Ortega son la pareja más diabólica, degenerada e inmoral que ha tenido Nicaragua, y, en sintonía con los Ceausescu en la Rumania de los 70 y 80, estos dos delincuentes no están dispuestos a negociar ni a entregar el poder si no es por la fuerza, por eso las sanciones, la presión internacional y la acción nacional no debe cesar. Murillo sabe que ya no será Presidenta y ahora intenta quedarse junto a Ortega hasta el 2021, intentarán conseguir impunidad pero sus crímenes son perseguibles ya a nivel mundial y las pruebas no le permitirán librarse de la pena.

Un mensaje desde el exilio

Tampoco podrán colocar a ninguno de sus hijos, porque todos son delincuentes y corruptos, igual que su Madre y su Padre y Padrastro Daniel Ortega, y ni siquiera son aceptados por la pequeña base orteguista que aún les siguen.

Sus días están contados, nadie en Nicaragua está dispuesto a perdonarle sus crímenes, tampoco estamos dispuestos a aceptar ningún pacto que les permite continuar usufructuando el poder y las riquezas malhabidas del Pueblo de Nicaragua. Once mil millones de dólares en deuda externa son ya de por sí un crimen imperdonable, 4000 millones de dólares derrochados de la Cooperación Venezolana, más de 500 asesinados, más de 1000 desaparecidos, más de 50,000 exiliados, miles de heridos y un país en ruinas.  De que se van, se van, por las buenas o por las malas, como a la Gran Ramera del Apocalipsis, te derrotamos ya y no hay vuelta atrás.