Cementerio periférico se negaba a sepultar a bebé de excarcelado político

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El excarcelado relató que la administración del Cementerio lo amenazó y le tomó fotografías al reclamar por su derecho de darle sepultura a su pequeño hijo fallecido la noche del 28 de julio.

Marcos Garay es uno de los cientos de ex presos políticos que el régimen sanguinario de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha secuestrado y mantenido retenido desde la explosión social de abril de 2018.

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Según Garay, los funcionarios de la Alcaldía a cargo del Cementerio le permitieron enterrar a su hijo siete horas después de habérselo impedido. El único “argumento” que una de las funcionarias del Cementerio le dio a Garay fue que la constancia de defunción que llevaba era de un hospital privado y no de uno público. Otro de los funcionarios lo reconoció como excarcelado político y procedió a tomarle fotos y a amenazarlo diciéndole que no hiciera escándalo. 

Uno de los pretextos que le daban a Garay era de que no había asistido a un Hospital Público, los cuáles eran “mejores” que los privados.

Me dijeron que por qué no había ido a los hospitales del gobierno si la atención es mejor, que me iban a resolver pero que dejara de hacer escándalo porque el único responsable de no llevar el acta de defunción del MINSA era yo”

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Garay aseguró que en el MINSA le dijeron que no le extenderían una acta de defunción porque ya tenía una de un hospital privado. El administrador del Cementerio Periférico es un activista político orteguista de nombre Marcos Valdivia.