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Masturbación con límites es saludable Masturbación con límites es saludable
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La masturbación es un impulso natural de la sexualidad humana, que además es beneficioso para la salud, por ello hablaremos de los beneficios de... Masturbación con límites es saludable

La Masturbación en la historia

Atrás quedan los tiempos donde se exhortaba a los jóvenes para que no se masturbaran con la amenaza de que masturbarse producía ceguera u otros daños. Mentiras  que se ha fabricado a lo largo de la historia sobre el placer

En el pasado la masturbación se consideraba como un acto inmoral, ya que si la sexualidad solo era aceptable como fin reproductivo, buscar el placer por el placer era un acto impuro. Si hombres o mujeres optaban por la masturbación como forma de desfogar su deseo sexual, habrían menos opciones de repoblar la población. Esta puede haber sido una de las razones para tejer tantas mentiras alrededor de la masturbación.

En el siglo XVIII de considerarse algo inmoral se dio un paso más, se comenzó a relacionar la masturbación con daños físicos. Se hacía ver que la masturbación podría provocar enfermedades y se advertía sobre todo a los niños pre adolescentes en evitar esta práctica porque condenaría su alma y pondría en riesgo su salud. Mitos que se usaban para infundir miedo y alejar a la gente de la práctica de la masturbación

En el siglo XX, no hace tanto en  muchos países del mundo se argumentaba que masturbarse afectaría a la visión, haría que se te cayeran las manos, te saldrían granos en la cara o te afectaría a los genitales.

Beneficios de masturbarse para la salud

Hoy la medicina reconoce que la masturbación puede ser beneficiosa para la salud  mental física y social de una persona. Según el Centro de Salud MicKinley en la Universidad de Illinois la masturbación entendida como tocar algún órgano sexual por placer, reduce el estrés, induce al sueño y puede ayudar a la gente a conocer mejor su cuerpo.

De forma general, para ambos sexos, la masturbación es buena para reducir el estrés y mejorar el humor, ya que se liberan endorfinas. Incluso es un sedante natural para dormir, y además también fortalece los músculos pélvicos.

Por ejemplo para los hombres, según un artículo publicado en 2007 en Sexual and Relationship Therapy, la masturbación mejora el funcionamiento del sistema inmune, también construye una resistencia contra la infección glandular de la próstata, a la vez que vuelve a la próstata en sí más saludable. Son varios los estudios que dicen que la masturbación frecuente baja el riesgo de cáncer de próstata en hombres de entre 20 y 50 años.

Para las mujeres también aporta beneficios, como por ejemplo mejorar la resistencia contra la infección por hongos. También combate la tensión pre menstrual y otras condiciones físicas asociadas a los ciclos menstruales, como los calambres.

Alivia los dolores menstruales al incrementar el flujo sanguíneo en la región pélvica, lo que se asocia a lo que decíamos antes de reducir los calambres pélvicos y también los dolores de espalda asociados.

Proporciona una alternativa saludable para las personas que optan por la abstinencia sexual con su pareja o que no tienen parejas sexuales. Puede ser una vía de placer segura para prevenir el embarazo o las enfermedades de trasmisión sexual.

Ayuda a mujeres y hombres a conocer mejor su cuerpo y alcanzar el orgasmo ya que aprenden a identificar sus centros del placer

La masturbación es una herramienta en el tratamiento de las disfunciones sexuales ya que contribuye a  mejorar las relaciones sexuales en pareja y el conocimiento del las preferencias sexuales, es autoconocimiento.

Beneficia las relaciones sexuales

Esta práctica no sólo nos beneficia en nuestra salud física. También nos ayuda a ir construyendo una sexualidad más libre, plena y conectada a nuestras necesidades y gustos. Esto se debe a que al masturbarnos, lo que hacemos fundamentalmente es explorar nuestros centros de placer erótico y junto con ellos las fantasías que más nos excitan.

El resultado es que aprendemos a conocernos mejor, descubrimos nuestros puntos de máximo placer y los caminos que nos llevan al orgasmo. Esto se traducirá positivamente en nuestras relaciones de pareja, dándonos confianza, libertad y ayudándonos a comunicarnos mejor sexualmente.

Curiosidades

 El término “masturbar” viene del latín manus turban, que significa algo así como “turbarse con las manos”. Se tiene constancia de que esta práctica ya se realizaba en la prehistoria. Diversos descubrimientos señalan que hace 40.000 años las mujeres de la prehistoria ya usaban una especie de dildos de piedra, los cuales incluso se cree que podían calentar un poco antes de masturbarse. En antiguas civilizaciones de la India ya se utilizaban “juguetes” para la masturbación. En el caso de las mujeres utilizaban penes confeccionados por ellas mismas, mientras que los hombres construían “muñecas” a base de frutas y hojas. En el Imperio Romano, además de las grandes orgías y bacanales, también está documentado que los hombres se reunían en ocasiones con el simple objetivo de masturbarse en grupo. Durante algunas épocas, como en la Edad Media, la masturbación estaba vista como una blasfemia. Ello dio lugar a la aparición de curiosos métodos para evitar la tentación, como el llamado cinturón de castidad. Al contrario de lo que se suele pensar, los hombres que llevan una vida sexual más activa se suelen masturbar con más frecuencia. Esto es así porque aumentan los niveles de testosterona, lo que provoca un mayor apetito sexual. Las cifras dicen que 5 de cada 10 mujeres utilizan consoladores para masturbarse… y 2 de cada 10 hombres. La masturbación no es un acto propio únicamente de los seres humanos. Hay múltiples ejemplos en la naturaleza de animales que se masturban. Y es que, ¿puede haber algo más instintivo que la masturbación? Hay quien lleva su obsesión por la masturbación demasiado lejos. En cualquier hospital se pueden escuchar historias de pacientes que llegan con algún cuerpo extraño dentro de su cuerpo producto de prácticas de masturbación, diríamos, extrañas. Uno de los casos más hilarantes lo protagonizó un veterano de guerra que acudió al hospital con un proyectil antiaéreo en el ano. Sin explotar. Por mucho que digamos, todos, tanto hombres como mujeres, sucumbimos a la masturbación.

Lo que no debemos hacer es convertir esta práctica en una obsesión constante, ya que eso desvirtuaría todos los beneficios que tiene y la convertiría en una práctica dañina.

pareja

Beneficia las relaciones sexuales

Esta práctica no sólo nos beneficia en nuestra salud física. También nos ayuda a ir construyendo una sexualidad más libre, plena y conectada a nuestras necesidades y gustos. Esto se debe a que al masturbarnos, lo que hacemos fundamentalmente es explorar nuestros centros de placer erótico y junto con ellos las fantasías que más nos excitan.

El resultado es que aprendemos a conocernos mejor, descubrimos nuestros puntos de máximo placer y los caminos que nos llevan al orgasmo. Esto se traducirá positivamente en nuestras relaciones de pareja, dándonos confianza, libertad y ayudándonos a comunicarnos mejor sexualmente.

Curiosidades

 El término “masturbar” viene del latín manus turban, que significa algo así como “turbarse con las manos”. Se tiene constancia de que esta práctica ya se realizaba en la prehistoria. Diversos descubrimientos señalan que hace 40.000 años las mujeres de la prehistoria ya usaban una especie de dildos de piedra, los cuales incluso se cree que podían calentar un poco antes de masturbarse. En antiguas civilizaciones de la India ya se utilizaban “juguetes” para la masturbación. En el caso de las mujeres utilizaban penes confeccionados por ellas mismas, mientras que los hombres construían “muñecas” a base de frutas y hojas. En el Imperio Romano, además de las grandes orgías y bacanales, también está documentado que los hombres se reunían en ocasiones con el simple objetivo de masturbarse en grupo. Durante algunas épocas, como en la Edad Media, la masturbación estaba vista como una blasfemia. Ello dio lugar a la aparición de curiosos métodos para evitar la tentación, como el llamado cinturón de castidad. Al contrario de lo que se suele pensar, los hombres que llevan una vida sexual más activa se suelen masturbar con más frecuencia. Esto es así porque aumentan los niveles de testosterona, lo que provoca un mayor apetito sexual. Las cifras dicen que 5 de cada 10 mujeres utilizan consoladores para masturbarse… y 2 de cada 10 hombres. La masturbación no es un acto propio únicamente de los seres humanos. Hay múltiples ejemplos en la naturaleza de animales que se masturban. Y es que, ¿puede haber algo más instintivo que la masturbación? Hay quien lleva su obsesión por la masturbación demasiado lejos. En cualquier hospital se pueden escuchar historias de pacientes que llegan con algún cuerpo extraño dentro de su cuerpo producto de prácticas de masturbación, diríamos, extrañas. Uno de los casos más hilarantes lo protagonizó un veterano de guerra que acudió al hospital con un proyectil antiaéreo en el ano. Sin explotar. Por mucho que digamos, todos, tanto hombres como mujeres, sucumbimos a la masturbación.

Lo que no debemos hacer es convertir esta práctica en una obsesión constante, ya que eso desvirtuaría todos los beneficios que tiene y la convertiría en una práctica dañina.

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