La sociópata mujer de Daniel Ortega, Rosario Murillo, a quién el mismo orteguismo nombró como vicepresidenta ilegítima habló en sus acostumbrados monólogos del medio día sobre una “Ley de Reconciliación Nacional”, una treta legal con la que la pareja de genocidas busca sepultar con un velo de impunidad total los más de 500 asesinatos, más de 1000 desapariciones, entre otros crímenes cometidos contra El Pueblo a través de sus fuerzas terroristas y la guardia nacional.

El anuncio lo hizo en una sus acostumbradas peroratas del medio día, un monólogo plagado de estupideces, cinismo e hipocresía que caracterizan a la sociópata, y que ni siquiera los minúsculos seguidores orteguistas escuchan. La concubina de Ortega habló de una Ley que se estará mandando a fabricar en la nueva “chanchera” ortega-somocista, la Asamblea Nacional Orteguista, bajo el control del turbero presunto criminal de lesa humanidad Gustavo Eduardo Porras Cortés, uno de los cabecillas de paramilitares y torturadores en León.

Todos los análisis coinciden en que la tiranía Orteguista busca a toda costa una amnistía generalizada para lograr sepultar sus crímenes con total impunidad los crímenes horrendos de lesa humanidad que Daniel Ortega, Rosario Murillo y todos sus fuerzas paramilitares y policiales terroristas han cometido desde el 18 de abril contra el Pueblo.

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La criminal Rosario Murillo dijo en su monólogo: “Esa gran consulta que estamos realizando para luego someterla a la consideración de la Asamblea Nacional, y se convierta, Dios mediante, en ley de la república. Todas esas prácticas que nos acercan, que nos unen, que nos reconcilian, que nos hacen vivir la fraternidad cristiana”, afirmó, al tiempo que señaló que la misma está en consulta en las escuelas, trabajadores de la salud, comerciantes, entre otros.

“Dios mediante, pronto sea ley de la República para que la apliquemos con la mejor voluntad y el mejor corazón, la mejor actitud”, enfatizó Murillo.

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La masacre orteguista contra el Pueblo de Nicaragua durante estos 7 meses de brutal represión ha causado los peores crímenes y terrorismo de Estado que ha vivido Nicaragua en los últimos 40 años, al menos 29 niños han sido asesinados por las acciones de represión ordenadas directamente por Daniel Ortega y su mujer.

Ante las exigencias de la Comunidad Internacional patentadas en la OEA, la Unión Europea y Estados Unidos, la tiranía genocida busca opciones para no reanudar el diálogo con el Pueblo azul y blanco, incluyendo la solución a la crisis que son las elecciones anticipadas,  tampoco muestra voluntad de desarmar a las fuerzas terroristas paramilitares, investigar los crímenes orteguistas o cooperar con los organismos internacionales de derechos humanos. En resumen la tiranía terrrorista se resiste a la justicia, la paz y la democracia, razones por las que jamás será posible una reconciliación mientras dos delincuentes como los Ortega-Murillo permanezcan usufructuando el poder por encima de la Constitución y las Leyes de la República.

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Según la concubina de Ortega el país debe “recuperar el buen rumbo” que impulsaban como gobierno antes del 18 de abril mientras Nicaragua vive durante 11 años en corrupción, despilfarro, crimen y un descalabro total de las instituciones estatales, sumado a ello el desastroso estado de la salud y la educación.

Nicaragua vive desde abril una revolución pacífica en la que la inmensa mayoría del Pueblo ha exigido que la tiranía Ortega-Murillo renuncie, justicia por los crímenes cometidos y se de paso a elecciones anticipadas como solución a la peor crisis que haya afrontado el país desde la revolución sandinista. La pareja genocida ha respondido con una brutal represión sólo comparable a los últimos años del somocismo, Daniel Ortega, su mujer y todo su entorno cercano son responsables por los asesinatos de más de 500 ciudadanos civiles inocentes, la mayoría jóvenes, desapariciones forzosas, asaltos, saqueos, incendios, miles de heridos y presos políticos y decenas de miles de exiliados en una ofensiva terrorista y antidemocrática sin precedentes de un régimen tan déspota como asesino y agonizante.

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La impunidad total

El sociólogo Óscar René Vargas le dijo al Diario La Prensa que Ortega y su mujer buscan la impunidad.

“Quieren, con esa ley, la impunidad para los asesinos paramilitares, policías y fuerzas de choque de la Juventud Sandinista”, afirmó.

Pero además de la impunidad lo que la tiranía orteguista busca es una maniobra propagandística de cara a la Comunidad Internacional, de esta forma intentan vender una falsa “reconciliación” para evitar cualquier diálogo que conduzca a la justicia y elecciones anticipadas, de paso buscan como encontrar vías para lograr la legitimidad y la imagen que la dictadura terminó de perder el 18 de abril.

No habrá reconciliación mientras la tiranía secuestre el poder

La reconciliación sólo podrá ser posible cuando exista justicia, verdad y democratización, no se impone ni por ley ni por decreto, es un proceso que se construye con acuerdos y en la situación precaria de Nicaragua, el orteguismo no tiene, ni tendrá a futuro ninguna autoridad y legitimidad para imponer nada pues ha desaprovechado todos los espacios que tuvo durante el diálogo nacional. Los crímenes de lesa humanidad cometidos por Ortega y todo su círculo no prescriben nunca y son perseguibles a nivel mundial.

Si por Ley buscan la impunidad e intentar intercambiar presos políticos por la “paz” se equivocaron, la nueva Nicaragua no tiene retroceso, asesinaron a cientos de personas y eso no se borra ni con leyes, ni con decretos, ni con marchas portátiles obligadas, ni con bravocunadas en la OEA o la UNU, ni con montajes o leyes anticonstitucionales.

Vivimos en un Mundo globalizado y la impunidad también es un crimen castigable y perseguible por las naciones civilizadas del Mundo, mientras en Nicaragua no exista democracia, ni el Pueblo ni la Comunidad Internacional aceptará ninguna treta ni intento de engaño de la tiranía, hoy más que nunca la dictadura bicéfala fue desnudada ante el Mundo como criminal, terrorista y mentirosa.

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