CIDH presenta un segundo informe demoledor contra la dictadura de Daniel Ortega y su mujer.
Después de 86 días de crisis, la CIDH registra al momento de cerrar el informe 264 muertos, y miles de heridos, mientras el canciller de Ortega, Denis Moncada, ex mano derecha de Róger Miranda Bengoechea, el ex espía de la CIA en los años 80 rechazó el informe por “carecer de objetividad” con el mismo discurso cínico y mentiroso que utiliza la dictadura orteguista.
Para el régimen dictatorial de Daniel Ortega y su mujer, los manifestantes que toman las calles protestando su gestión son “bandas terroristas”. Así los calificó el representante de Daniel Ortega, Denis Moncada, ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) en reunión del Consejo Permanente para abordar la crisis que atraviesa el país.
Desde abril, decenas de miles de manifestantes han salido a las calles del país a protestar contra la brutal represión del gobierno de Ortega, donde son reprimidos fuertemente por grupos policiales, turbas y paramilitares pagados y dirigidos por el Gobierno Orteguista. Desde niños, ancianos, miembros de la Iglesia, hasta jóvenes universitarios han sido víctimas de la brutal represión.
“El pueblo nicaragüense ha sufrido los ataques terroristas de grupos internos y externos a los que se ha sumado el crimen organizado (…) con el fin de realizar un golpe de estado”, dijo Moncada en respuesta a los que apuntan a su gobierno como el responsable.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) presentó en la misma reunión su segundo informe sobre la situación del país, denunciando la profundización de la represión y la escalada en la violación masiva de los derechos humanos de los nicaragüenses.
“Desde el comienzo de las protestas hasta la fecha de hoy, 264 personas han perdido su vida y más de 1.800 han resultado heridas”, aseguró Paulo Abrao al leer el informe ante el Plenario del Consejo de la OEA.
Además, condenó el episodio del lunes en el que unos obispos de la Iglesia Católica fueron atacados por turbas y grupos paramilitares que sirven al régimen orteguista mientras auxiliaban a manifestantes y heridos resguardados en la basílica menor de Diriamba. En esa agresión tambiénr resultó golpeado e insultado además de varios sacerdotes, el Cardenal Brenes, el Obispo Auxiliar Silvio Báez y el Nuncio Apostólico en Nicaragua Stanislaw Waldenar Sommertag.
El Gobierno orteguista se apresuró a rechazar el informe y acusó al organismo de no ser objetivo. “Es un informe apresurado y carente de objetividad. Se requiere de tiempo, imparcialidad y de una actitud profesional para informar con aproximación a la verdad de lo que realmente ocurre en Nicaragua”, dijo el canciller Denis Moncada Colindres, durante una intervención ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Luis Almagro, secretario general de la OEA también denunció la escalada de la situación y demandó el cese de la represión estatal a manos de las fuerzas del régimen orteguista.
“Hay que pasar de las armas a la urnas”, dijo Almagro llamando elecciones “limpias y transparentes”. También condenó “asesinatos, secuestros y encarcelamientos”.
“La violencia sobre la población civil nunca puede ser admitida… el estado está para proteger a la gente”, dijo el secretario general. “Jamás, en ninguna circunstancia existirá una justificación para esta aberración”.
El Régimen orteguista ha rechazado la propuesta de adelantar los comicios al 2019, después que en el mes de junio de acuerdo con versiones extraoficiales había aceptado el adelanto de las elecciones para inicios del 2019 frente a un delegado del Senador estadounidense Bob Corker. Ortega echó pie atrás y en un acto con asistencia raquítica en Managua cerró las puertas a entregar el poder.
La bruta represión, sin precedentes en Nicaragua desde la dictadura somocista ha encendido las alarmas también en la ONU dónde el Secretario General de la ONU también condenó la violencia y dijo por Twitter estar profundamente preocupado. Otras instituciones de derechos humanos como Amnistía Internacional y Human Rights Watch vigilan la crisis iniciada en abril.
“Queda más claro que nunca que a Ortega y sus compinches no les importa la gente de Nicaragua, y su única meta es cementar su control autoritario del poder”, dijo el presidente de la organización de los derechos humanos, Garry Kasparov, el miércoles en un comunicado de prensa.
Las protestas iniciaron luego de que el gobierno anunció cambios a la Seguridad Social, pero aún cuando Ortega dio marcha atrás a las reformas, los manifestantes se quedaron en las calles expresando su descontento con la represión, abusos y crímenes cometidos por la dictadura orteguista. #NicaraguaDigital #FueraOrtegaMurillo#OrtegaMurilloGenocidas
No comments so far.
Be first to leave comment below.