El cantautor Carlos Mejía Godoy llegó al Chipote, antiguo centro de tortura de la dictadura somocista y ahora reconvertido en centro de torturas de la dictadura orteguista, desde dónde despacha el Comisionado Luis Pérez Olivas, señalado directamente por el estudiante Kennet Romero Aburto de hurdir un plan para asesinar a Monseñor Silvio Báez, Obispo Auxiliar de Managua y uno de los pastores de la iglesia católica que ha sido más beligerante en contra de la represión orteguista.
Carlos llegó y conversó con las Madres y abuelas, cantó con ellas e intentó mediar para ser atendido desde el portón, sin embargo sus palabras no fueron escuchadas ni respondidas por ninguno de los oficiales de la policía orteguista que resguardan la entrada, lo que causó la indignación y las lágrimas del cantautor. Mejía llamó al Pueblo de Nicaragua a continuar con los tranques, independientemente si venían o no los organismos internacionales de derechos humanos a los que la dictadura orteguista ha retrasado intencionalmente su invitación al país.
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